"Ha sido una gran elección, estamos muy contentos con un sentido de responsabilidad también; nos han puesto como una opción alternativa para gobernar", remarcó el ya candidato a concejal del Frente para la Victoria, que está primero en la lista encabezada por el empresario Sergio Szpolski, quien finalizó segundo y alcanzó el 27,25 por ciento.
El Frente Renovador, que comanda con comodidad el distrito, tuvo un desempeño inferior a los números esperados tanto por propios como ajenos.
El jefe comunal interino, Julio Zamora, va por su primer mandato como postulante oficial y apenas sacó el 38,40 por ciento. Largamente debajo de los guarismos obtenidos por Sergio Massa en 2011 (71 por ciento) o por la nómina de candidatos a ediles en 2013, que pasó la barrera del 50 por ciento en el mejor momento de la fuerza.
"Hemos instalado una agenda que no era tenida en cuenta", apuntó y señaló que los objetivos apuntan a la situación de la salud local y las carencias en cuanto a servicios básicos, que son casi un privilegio en el municipio de zona norte, con porcentajes de coberturas muy bajos en conexión cloacal, agua corriente o gas -con la particularidad que esas carencias no afectan únicamente a los barrios periféricos sino a las zonas de clase media-.
Ese último es, justamente, uno de los focos que eligió Szpolski para hacer campaña, entendiendo que los sectores medios son la base del voto massista.
"Hemos invitado a debatir, Szpolski a Zamora y en mi caso a Malena Massa que es la primera candidata a concejala del Frente Renovador, y no han aceptado antes de las primarias. Esperemos poder debatir", aseguró.
"Lo que siempre tuvimos en claro es que no íbamos a cambiar ningún discurso en función de los resultados. Ahora tenemos tres meses para llegar con nuestro mensaje a las casas donde no llegamos. Nuestro proyecto tiene que ver casi específicamente con las clases medias. Ciertas cuestiones tienen que ser atendidas por el municipio", continuó.
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